miércoles, 18 de mayo de 2011

Considero genocida quien adula a los traidores

Por esos muertos, nuestros muertos, pido castigo. 
Para que los de sangre salpicaron la patria, pido castigo.
Para el verdugo que mandó esta muerte, pido castigo.
Para los que defendieron este crimen, pido castigo.
No quiero que me den la mano empapada con nuestro sangre.
Pido castigo.
No los quiero de embajadores tampoco en su casa tranquilos, los quiero ver aquí juzgados en esta plaza, en este sitio. 
Pablo Neruda.


La justicia condenó al apropiador del actual legislador porteño, Juan Cabandié, a 18 años de prisión. Cabandíe, hijo de desaparecidos, nacido en cautiverio el 1978 en el centro clandestino que funcionó en la ESMA, afirmó: "La verdad hace libres a las personas". Y cuanto de cierto que hay en esas palabras.
Celebremos esta democracia que juzga a quienes fueron cómplices, culpables y responsables de una de las épocas más nefastas de la Argentina, de nuestro país. Ya era hora que alguien se encargue y deje de mirar a un costado.
Un apropiador más, condenado. Eso es justicia. Todavía hay alrededor de 400 chicos apropiados, 400 que aún hoy, 35 años después, no gozan del derecho a la identidad. Acompañemos en esta lucha que está más viva que nunca.

No hay comentarios:

Publicar un comentario