miércoles, 18 de mayo de 2011

Armando amores

Alrededor, algo andaba alterado. Alborotados algunos, ambulaban alocados, amargados. Abril ahuyentaba a aquellas almas aniquiladas. Alonso andaba así. Asustado. Avistó a Armando acercándose al andén. Aún acumulaba anocheceres aburridos, amaneceres algo aturdidos. ¡Avívate Alonso! Añoraba a Armando, aquel amante ausente. Antiguo amor adolescente. Alguien advirtió a Alonso: “¡Ahora Alonso! ¡Acércate!”. Aquel aviso anónimo alentó a Alonso a arriesgarse, a asumirlo. Ansioso aspiró a abrazarlo apasionadamente. Aún algo aterrorizado, aceleró, actuó. Armando, asombrado, algo abatido, accedió a aquel abrazo afectivo. ¿Acaso Armando amaba aún a Alonso? Afirmativo. Ambos aceptaron así amarse. Aquel abrazo, aparentemente, avivó a aquellos amantes. 

2 comentarios: